domingo, 13 de septiembre de 2009

Closer

Oh, as if you had no choice? There's a moment, there's always a moment, "I can do this, I can give into this, or I can resist it", and I don't know when your moment was, but I bet there was one.

jueves, 10 de septiembre de 2009

The Philadelphia Story



4:08

- I’m sorry to have kept you waiting... but there's been a slight hitch in the proceedings. I've made a terrible fool of myself, which isn't unusual... and my fiance... my fiance that was, that is... he thinks we'd better call it today, and I quite agree with him.
Dexter, what next?

- Three years ago I did you out of a wedding in this house by eloping to Maryland.

- Two years ago, you were invited...

- Which was very bad manners.

- Which was very bad manners.

- I’ll make it up to you by going through with it now as originally planned.

- I’ll make it up to you by… by going beautifully through with it now... as originally and most beautifully planned.

Vértigo

Aquel que quiere permanentemente "llegar más alto" tiene que contar con que algún día le invadirá el vértigo... El vértigo es algo diferente del miedo a la caída. El vértigo significa que la profundidad que se abre ante nosotros nos atrae, nos seduce, despierta en nosotros el deseo de caer, del cual nos defendemos espantados. (...) Estaba pensando en un cocinero del restaurante en el que trabajaba cuando vivía en casa de su madre. Aprovechaba cualquier oportunidad para darle una palmada en el trasero y con frecuencia la invitaba, en presencia de todos, a acostarse con él. Era curioso que pensase precisamente en él. Representaba un ejemplo directo de todo lo que le repugnaba. Pero en lo único que pensaba ahora era en localizarle y decirle: "Tú decías que querías acostarte conmigo. Aquí estoy". Tenía ganas de hacer algo para que ya no le quedara escapatoria. Tenía ganas de destruir brutalmente todo el pasado de sus últimos siete años. Era el vértigo. El embriagador, el insuperable deseo de caer. También podríamos llamarlo la borrachera de la debilidad. Uno se percata de su debilidad y no quiere luchar contra ella, sino entregarse. Está borracho de su debilidad, quiere ser aún más débil, quiere caer en medio de la plaza, ante los ojos de todos, quiere estar abajo y aún más abajo que abajo.

Milán Kundera

Verónica Decide Morir

Ella no podía haberme preguntado eso... que quería entender por qué llore?... acaso no sabe que soy una persona absolutamente normal, con deseos y miedos comunes a todo el mundo, y que ese tipo de preguntas, ahora que ya es tarde, puede hacerme entrar en pánico? Mientras caminaba por los corredores, iluminados por la misma débil lámpara que había en la enfermería, Verónica se daba cuenta de que era demasiado tarde: ya no conseguía controlar su miedo. "Tengo que dominarme. Soy alguien que lleva hasta el final cualquier acto que desea hacer". Era verdad que había llevado hasta las últimas consecuencias muchas acciones de su vida, pero solo lo que no era importante. Había sido intransigente justamente en aquello que era más difícil: mostrarse a sí misma su fuerza e indiferencia, cuando en verdad era una chica frágil, que jamás había conseguido destacar en los estudios, ni en las competencias deportivas de su escuela, ni en su tentativa por mantener la armonía en su hogar. Había superado sus defectos más leves solo para ser derrotada en lo que era importante y fundamental. Había conseguido tener la apariencia de chica independiente cuando en verdad necesitaba desesperadamente una compañía. Llegaba a los sitios y todos la miraban, pero generalmente terminaba la noche sola, en su cuarto, mirando televisión que ni si quiera sintonizaba bien los canales. Había dado a todos sus amigos la impresión de ser un modelo que ellos tenían que envidiar, y había gastado lo mejor de sus energías en comportarse a la altura de la imagen que ella misma se había creado. Por causa de esto nunca le habían sobrado fuerzas para ser ella misma: una persona que, como todas las de este mundo, necesitaba de los otros para ser feliz... pero los otros eran tan difíciles!!! Tenían reacciones imprevistas, vivían rodeados de defensas... actuaban también como ella, mostrando indiferencia en todo. Cuando llegaba alguien más abierto a la vida, o lo rechazaba inmediatamente o le hacía sufrir, considerándolo inferior e ingenuino. Muy bien: podía haber impresionado a mucha gente con su fuerza y determinación, pero dónde había llegado??? al vacío... a la soledad completa... a la antesala de la muerte. El remordimiento por la tentativa de suicidio volvió a aparecer y Verónica volvió a apartarlo con firmeza, porque ahora estaba haciendo algo que nunca se había permitido sentir... ODIO... Estaba internada en un psiquiátrico y podía sentir cosas que los seres humanos esconden de sí mismos, porque todos somos educados solo para amar, aceptar, fingir, evitar el conflicto... pero ahora Verónica odiaba todo, pero odiaba principalmente la manera en la que había conducido su vida, sin jamás descubrir los centenares de otras Veronicas que habitaban dentro de ella, y que eran interesantes, locas, curiosas, valientes, arriesgadas...
Paulo Coelho

Not even regret

Some of us just can't live the kind of life that other people want us to live. No matter how hard you try, you just can't do it. You love someone and you can't make them happy. It's kind of like you love them, but... you can't love them the way they wanna be loved. You pray that this is your life without you. You don't know who or what you're praying to, but you pray. You don't even regret the life that you're not gonna have, because by then you'll be dead. And the dead don't feel anything. Not even regret.